isa madrid

Freehand es un programa que trabaja con imágenes vectoriales, éste nos ofrece la posibilidad de crear figuras y dibujos muy interesantes, incluso podemos crear objetos que simulen 3D de una forma bastante rápida. Una figura básica como un cubo puede conseguirse en cuestión de segundos o minutos según nuestra maestría.

Las máscaras vectoriales son una opción que podemos utilizar a la hora de crear nuestros diseños. Para realizar una máscara necesitamos tener una selección, así que haremos una selección y añadiremos una máscara vectorial. Con esta opción podemos conseguir que la imagen del fondo quede dentro de nuestra máscara que hemos realizado a través de la selección. Por ejemplo: si tenemos una imagen de fondo y queremos introducirla dentro de un texto, crearemos una máscara de texto horizontal o vertical (selección) y aplicaremos la opción de máscara vectorial consiguiendo así el efecto deseado (es importante duplicar la capa del fondo sobre la cual aplicaremos la máscara).

Cuando tratamos imágenes o las creamos tenemos que tener en cuenta una serie de parámetros o propiedades específicas de la imagen, tales como su tamaño o su resolución (cantidad de píxeles que contiene la imagen). En todo momento podemos modificar el tamaño de la imagen, podemos ampliarla (remuestreándola) o reducirla ya sea remuestreándola o recortando el lienzo (nos recorta la imagen sin remuestrearla), también podemos hacer otro tipo de modificaciones como rotarla, cambiarle el modo de color o la resolución, etc... Algunos de estos cambios pueden afectar al peso total del archivo consiguiendo que éste pese más o menos. Una de las propiedades que más afectan al peso general del archivo es la resolución de la imagen. Como norma general, se estipulan las siguientes resoluciones: · resolución de pantalla: 72ppp · res. para imágenes impresas a color o de tono continuo: 300ppp · res. para imágenes de linea o imágenes de libros de arte: 600ppp Estas resoluciones son aproximadas pero nos si

Cuando nos encontramos con imágenes que por el paso de los años o no, tienen rasguños, muestras de polvo o cualquier desperfecto, tenemos que tener en cuenta que Photoshop nos da la posibilidad de poderlas arreglar a través de sus herramientas e incluso con un filtro específico para quitar el polvo y las rayas si no son muchas. Dentro de las herramientas que se pueden utilizar para arreglar estos desperfectos contamos especialmente con el tampón de clonar, el pincel corrector o el parche, cada uno de ellos similares pero a la vez con pequeñas diferencias que se adecuarán más a unos trabajos que a otros. Así, el tampón de clonar clona exactamente la muestra de donde se ha captado ( a través de ALT + click se recoge la muestra y luego clickando se da ); el pincel corrector es muy similar, lo que lo diferencia es que en este caso, el pincel corrector respeta las luces y sombras, así es una herramienta muy interesante cuando se están tratando zonas oscuras en rostros u otras imágenes, y

Cuando queramos crear un degradado en Photoshop utilizaremos la herramienta específica para ello. Dentro de las opciones que contiene esta herramienta está el editor de degradados, desde el cual podremos elegir un degradado que ya tengamos, crear uno nuevo, guardar nuestros degradados creados y cargar otros que ya hubieramos creado anteriormente y que tengamos en una carpeta en nuestro sistema. Es importante no tener muchos degradados dentro del programa y sí, fuera de éste en una carpeta que asignemos, así cuando los necesitemos tan sólo los tendremos que cargar y se nos cargarán todos, y en caso que no los necesitáramos éstos no estarían ocupando memoria. Desde el editor de degradados podemos mediante las diferentes opciones y herramientas darles más o menos opcacidad o transparencia a nuestros degradados y asignarles desde donde comenzarán, donde se unirán, los colores que serán, etc..., para ello sólo tendremos que arrastrar los cursores, quitarlos (arrastrándolos fuera) o añadirlo